septiembre 24, 2007

Puedo ver

Fabién dice, con razón: El amor es como el tocino, el cigarro o el café. Nos hacen felices aunque los sepamos dañinos. ¿Por qué no asumir el daño de entrada? ¿Por qué amar esperando que sea inocuo? Esta esperanza implicaría querer solo lo bueno, contar las nubes pasando sin que se queden. Los mundos sin lluvia no son fértiles, nomás. Aunque tengan muchas figuritas por adivinar.

¿Creer en el destino salva de ahogarse en las tormentas?
¿Se puede creer en lo "meant to be"?
¿La casualidad o la causalidad?

¿Hasta dónde creer en los milagros del amor?

Respuestas, por piedad...

2 comentarios:

Lahetaira dijo...

¿Creer en el destino salva de ahogarse en las tormentas?

No.

¿Se puede creer en lo "meant to be"?

Sí, pero luego jode.

¿La casualidad o la causalidad?

Las dos.

¿Hasta dónde creer en los milagros del amor?

Hasta donde te alcancen los brazos, las piernas y el alma... Es lo único que nos puede salvar...

Y ya lo sabías.

Anónimo dijo...

1. no te salva pero te da ánimos para seguir nadando
2. sí y no, depende de cuánto signifique
3. ¿acaso no van de la mano?
4. (no tiene mucho sentido hablar de ello, pero) siempre es válido creer en el amor, no hay límite para el deseo ni para la imaginación