diciembre 20, 2007

Los últimos temblores

Para V.

Un autor para las flores, un alma para el sexo, una voz por la mañana, un mañana en los abrazos, un nomás dejarse ir.


¿Qué carajos?

El amor no vivido es un discurso, una ilusión; el no ganado ni defendido no es amor, no el mío.

No hay moros en la costa porque no hay costa, cariño. Y cada quién duerme su cama y su pulso, cada quien se sacude de a poco y solo con su alma hasta después del orgasmo más furioso, hasta entre la complicidad mas hiriente. Es mío el cuerpo, míos los párpados que se cierran, la voz que calla. El amor no practicado no es. Todo lo que queda en el medio y lo que pudo ser es nada.

Las letras para otros siempre son espejos (puta madre qué horror). Y pobre del que esté vacío de comer tanto vacío (como dijo nosequién)

¿Para qué proyectar en el cielo estrellado la imagen de nuestros próximos trofeos, de lo que "por no poder ser" nos deja seguir no siendo ahora? No pido, digo. Basta de ilusiones por aquí. Prefiero ver las estrellas, lejanas pero aquí mismo.

"Y las imágenes que nos quedaron en los ojos fueron toda nuestra descendencia" (Ian McEwan dixit) Sí, para quien pueda, quiera, sepa y merezca soñar, lo demás son espejismos. No más vapor.

De pronto ya ni el cliché más sobado me alcanza, carajo.

Amemos o a tragarnos las palabras que no se hicieron para todos, digo yo. Amor furioso, épico o nada, nadie se salva, ni a medias.


Un par de huevos para los amores, por favor, Santa. Y eso que no existes. Con razón.


Así, como canta Rob Dougan en Furious Angels


Like a sentence of death
I've got no options left
I've got nothing to show now
I'm down on the ground
I've got seconds to live
And you can't go now

Cause love, like an invisible bullet has shot me down and I'm bleeding
And if you go, furious angels will bring you back to me

You're a dirty needle
You're in my blood and there's no curing me
And I want to run
like the blood from a wound
To a place you can't see me

Cause love, like a blow to the head, has left me stunned and i'm reeling
And if you go, furious angels will bring you back to me

You're a cold piece of steel between my ribs and there's no saving me
And I can't get up from this wet crimson bed that you made for me

Cause love, like a knife in the back, has cut me down and I'm bleeding
And if you go, angels will run to defend me - to defend me

Cause i can't get up
I'm as cold as a stove
I can feel the life fade from me
I'm down on the ground
I've got seconds to live
Then what's there that waits for me?

Cause love, like a sentence of death has left me stunned, and i'm reeling - yeah, i'm reeling
And if you go, furious angels will bring you back to me


Chale. Amor épico, Santa. Amor épico.

diciembre 12, 2007

Como dijo la Mala Rodríguez

Te estas haciendo la cama, cariño
luego vas a tenerte que acostar en ella en la vida real
¿de que sirven los pretextos?


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Está buena ¿no? de "Por la noche"

diciembre 01, 2007

Fragmentos/tiempo/espacio

Pues sí.

De entre todos los motes ridículos que me han puesto los hombres de mi vida (pasando por princesa, señora de luna, los nunca bien ponderdados "flaca" y "chaparrita", panterita, sirena, morfina, amor, lua, luvina, shiny, spark y demás), uno me ha dejado marca. Una buena tarde alguien me nombró, amorosamente, "fragmento" y sonaba tan frío y raro que nunca entendí bien a bien por qué me gustaba. Ahora, un par de años depués, lo descubro: es amoroso porque es sincero.

La existencia en la vida del otro se puede traducir -en términos prácticos y reduccionistas si quieren- en cómo participamos en los espacios de su vida, o de la intensidad con la que lo hacemos. Así que ser un fragmento es importar, aunque sea amplísimo el espectro. La onda es que ando re sorprendida por las casualidades, los desencuentros y las construcciones que la mente va haciendo a través de las experiencias. ¿Será que este tiempo lo noto y antes no? ¿o de verdad es que comienza a pasar ahora?

Me doy cuenta de cómo mi vida sin los significativos otros tiene el sabor de la comida que queda de la ofrenda, vale para poco, al menos en mi caso. Resignificar las cosas a partir de los propios ojos y las perspectivas de los que quiero es la felicidad para mí.

Así me doy cuenta de que esto no es Holbox

Es una hermandad medio retorcida que reta los lazos sanguíneos, un rato para sanar en conjunto sin verbalizar nada -no fue necesario- y la construcción de complicidades. Es la distancia entre Cancún y Tulum, el espacio de los cuentos, el viento, la comida tailandesa a la orilla del Caribe y la proclama velada de la autosuficiencia, el goce ganado, la existencia del amor en cada rincón, la facilidad de las cosas, el sol y los días que son perfectos solo porque nos da la gana. Con ustedes no hay complicaciones ni frenos que no funcionen, no hay límites, y no existen porque encontramos el lugar perfecto si queremos y lo disfrutamos porque no hay otra opción, un espacio que estaba ahí solo para decirnos que el mundo es lo que nos inventamos.


Y esto no es el Infiernillo

Es una historia de amor, da lo mismo si en Chevy, Audi o si el coche de mi papá. Da lo mismo el conductor o el año, es poder tragarte una carretera en el país y con la música que quieras. Es volarte una caseta y disculparte con los federales. Cumplir sin querer tus deseos de hace años. Besar cuando se hace de noche, cuando se tiene sed, cuando me lees un libro mientras manejo y no compartir el camino con nadie. Es ser con el otro en el silencio mas profundo, huír, reírse, tomar fotos, quedarse sin gas. Amar. Amar sin freno, sin rienda y sin cuartel. Amar a discreción y hacerse pedacitos del gusto, cada metro, cada segundo. No importa si es Playa Azul con clima o Maruata en tienda de campaña, no importa cuál corazón. Importan los latidos, que roto o completo era brillante y fuerte. Es la fuerza de los dos, per sé.


Y esto no es Veracruz

Esto es curarse del amor, es salir de la carretera de los poemas y los besos para enfrentar las cumbres sola, dominando el propio auto, amansando el alma. Es el paroxismo de la soledad, es la muerte de las bifurcaciones. Encontrarte a un camionero con el que puedes compartir la ruta, tragarte las curvas y omitir la niebla. Es llegar a un lugar siempre de abrazos, ser sola, ser completa y medir cómo ha cambiado con los últimos abrazos la persona que soy. Es sanar. Ser.

Chale, la de cosas que me pasan por el google earth.


O, en resumen: para mí las vacaciones son las personas y el cambio de fichas en el tablero. El Caribe, el Pacífico o el Golfo son accesorios, Berlín o Hamburgo me dieron lo mismo porque se trató de mi padre y yo. Perú es la nueva construcción, la incursión en lo que puedo ser, el vértice. Descubro con gusto que mi vida se conforma de ellos, de ustedes, de los rayitos de sol o la nieve que cubre ahora Paquimé, no por la nieve, no por el norte, sino por mi corazón, sus rutas y los cimientos que, cuando se mueven, cimbran todo alrededor.